Tradicionalmente el Valle del Elqui se ha asociado a la producción de Pisco. Además, desde hace algunas décadas las viñas plantan vides en una zona que va desde las cercanías del mar hasta más de 1000 metros de altitud. Esta área es ideal para la elaboración de vinos blancos y tintos frescos y elegantes.
Las principales cepas de este valle son Syrah, Chardonnay, Mourvèdre y Sauvignon Blanc.
Una curiosidad del valle es que sus Sauvignon Blanc suelen ser ricos en notas herbales y cítricas por las temperaturas frescas, asociadas a la influencia del mar.
Un buen número de viñas pequeñas, medianas y grandes han elegido este valle para establecer sus vides y obtener de ellas vinos de excelente calidad.
Dentro de esta interesante gama de vinos, destaco el Sauvignon Blanc de Castillo de Molina. Su cuna está ubicada en viñedos muy cercanos al mar, lo que entrega una mineralidad y frescura inusual para esta cepa de alto consumo en el país. Lo recomiendo para acompañar aperitivos en base a pescados, mariscos, quesos, frutos secos y aceitunas. Además es un excelente complemento para pescados magros como la merluza, el congrio y el lenguado
Un hallazgo de la zona es el Primavento Samak Mourvèdre Premium, un vino orgánico que presenta un gran equilibrio entre sus sabores a chocolate, cereza y arándano maduro, con excelente volumen y una delicada persistencia.
San Pedro produce uno de sus íconos en este valle. Se trata del Kankana del Elqui Syrah. Dentro de una elegante botella, encontramos un vino de aromas elegantes: minerales, pimienta blanca y charcutería; con taninos aterciopelados. Muy recomendado para acompañar cordero asado. También marida con mariscos crudos: atrévete a superar el mito de que este tipo de comida solo combinan bien con vinos blancos.