Bodega que surge de la iniciativa de las familias Martínez Díaz y Dávila Ramírez que se han dedicado por más de una década, a la fabricación de envases de madera para la industria vitivinícola en importantes y tradicionales viñas chilenas. 

En el año 2021, decidieron elaborar su propio vino y en el 2022, en alianza con Agrícola San Isidro ubicado en Requínoa, impulsaron este proyecto aún sin nombre definido, con vides Carménère plantadas en 1981. El 2023, realizaron su primera vendimia, obteniendo 4.000 botellas las que fueron embotelladas al año siguiente.

 El nombre Caballo Místico surgió tras vivir una experiencia única en el invierno de 2022, en el predio. Era una noche fría y la niebla cubría completamente el viñedo; la helada era inminente. De pronto, escuchamos animales corriendo entre las parras. Salimos a mirar y, aunque no veíamos nada por la densidad de la niebla, oímos claramente cómo caballos galopaban de un lado a otro, como si intentaran escapar de algo. Decidimos volver adentro con una sensación de inquietud por nuestra seguridad y por la del viñedo, en el que estaban invertidos todos nuestros recursos.

A la mañana siguiente salimos a revisar los daños. Vecinos nos contaron que la helada había quemado los brotes en sus campos. Al acercarnos al nuestro, nos sorprendimos: todos los surcos estaban marcados con huellas de caballos y los brotes, intactos. De algún modo, esos caballos habían protegido nuestras plantas.

Fue una situación tan misteriosa como conmovedora, que nos llevó a dar nombre a nuestro proyecto Caballo Místico.